1.- Lava y seca muy bien los chiles.
2.- Barnízalos con aceite de maíz.
3.- Ásalos a fuego directo.
TIP: Deben estar completamente asados para que sea más fácil retirarles la piel.4.- Colócalos en una bolsa resellable y deja reposar por 10 minutos.
5.- Con ayuda de una cuchara, retira la piel de los chiles.
TIP: Retira el excedente con un poco de agua.
6.- Haz un corte a través del chile.
7.- Retira las semillas y las venas.
8.- Reserva hasta su uso.