Comer en familia es más que únicamente comer. La comida es solo la ocasión, la excusa para crear y mantener lazos, lo que lo hace todo, es la familia.
Se ha demostrado que comer en familia se asocia a mejores hábitos de alimentación, mayor consumo de alimentos nutritivos como frutas, verduras, cereales y lácteos, y menor consumo de alimentos fritos y refrescos.
Algunos de los beneficios sobre este hábito además de la alimentación, son los siguientes:
- Los niños aprenden más sobre la historia familiar.
- Contribuye también a la mejora del lenguaje y de las habilidades de comunicación. Tiene un impacto positivo en el desarrollo intelectual de los niños y van adquiriendo mayor vocabulario indirectamente, afectando al rendimiento intelectual.
- Se mantienen conversaciones entre padres e hijos que permiten un mejor conocimiento mutuo en un ambiente distendido.
- Las comidas familiares proporcionan en los niños mayor seguridad emocional, autoestima y sensación de control sobre sus vidas.
- También se asocian con valores positivos en la adolescencia, mayor dedicación al aprendizaje, esfuerzo, solidaridad y cooperación.
- Proporcionan un ambiente favorable y distendido de comunicación que facilitará la comunicación en temas más complicados.
- Se crea un ambiente de confianza y permite estrechar lazos.
Bibliografía:
Beltrán, Beatriz & Carmen, Cuadrado. (2014). Comer en familia. Hacer de la rutina, salud. 10.13140/2.1.1073.7603.
J.M. Moreno Villares, M.J. Galiano Segovia. (2006). La comida en familia: algo más que comer juntos. Acta pediátrica, 11, 554-558