Puedes bañar tus pastas favoritas con estas salsas italianas, así como también para la base de una pizza.
Las salsas italianas son uno de los grandes complementos de las diferentes pastas: fetuccini, espagueti, lasaña, raviolis, canelonis o tagliatelli, entre otras. En este artículo conocerás las salsas más reconocidas que existen en su gastronomía, cuáles son los ingredientes principales para su preparación y en qué tipo de platos las puedes usar.
¡Anímate a conocer junto a Recetas Nestlé los diferentes tipos de salsas italianas que existen!
SALSAS ITALIANAS: DELICIOSOS TESOROS PARA COMPARTIR
La cocina italiana va más allá de ser simplemente una forma de preparar alimentos; es una experiencia cultural que celebra la frescura y la simplicidad. Sus características fundamentales incluyen el uso de ingredientes de alta calidad, la preferencia por sabores naturales y la importancia de las tradiciones culinarias transmitidas de generación en generación.
Por eso, las salsas italianas son uno de los elementos más esenciales en su cocina, porque le dan la sazón y la cremosidad que tanto caracteriza su gastronomía. Los italianos consideran que la comida es un evento social, y la mesa es un lugar donde la familia y los amigos se reúnen para compartir no solo alimentos excepcionales, sino también historias y momentos especiales.
Aquí te contamos cuáles son sus salsas más reconocidas en el mundo y un par de platos que las incluyen.
Conoce las seis clases de salsas madre y aprende a prepararlas.
Salsa boloñesa
Oriunda de Bolonia, es mucho más que una salsa para pasta; es un vínculo con la rica tradición culinaria italiana. El secreto de su sabor profundo radica en la combinación cuidadosa de carne de res, panceta y tomate.
Esta mezcla se cocina lentamente, permitiendo que los sabores se entrelacen y se desarrollen, creando una sinfonía gustativa que evoca la calidez de la cocina hogareña. Su versatilidad no tiene límites, desde la clásica compañía de pasta hasta rellenos de lasañas y las irresistibles albóndigas en un delicioso plato de espaguetis.
Dos platos deliciosos con salsa boloñesa
- Lasagna boloñesa: un clásico reconfortante que combina la riqueza de la boloñesa con capas de pasta y una cremosa bechamel. Los ingredientes clave incluyen láminas de pasta fresca, queso ricotta, queso parmesano y, por supuesto, carne boloñesa. Cocinarla es sencillo: alternas capas de pasta y la carne en un molde, cubriendo cada capa con una generosa porción de bechamel y queso. Hornea hasta que se dore y burbujee, sirve y disfruta.
- Tagliatelle a la boloñesa: es un plato simple pero extraordinario que destaca la boloñesa en toda su gloria. Cocina tagliatelle frescas al dente y sírvelas con abundante boloñesa. El toque final es una generosa lluvia de queso parmesano recién rallado. Este plato demuestra que la excelencia culinaria a menudo reside en la elegancia de los ingredientes y la maestría de su preparación.
Pesto genovés
El pesto genovés es una oda a la frescura y la simplicidad. Originario de Génova, esta salsa verde homenajea al aroma de la albahaca fresca. La combinación de piñones tostados, ajo, queso parmesano y aceite de oliva extra virgen realza cualquier plato.
Además de ser el acompañamiento perfecto para la pasta, el pesto genovés añade un toque distintivo a ensaladas, sándwiches y platos de pescado.
Dos platos deliciosos con pesto genovés
- Trofie al pesto: es una joya de la cocina italiana que combina la forma única de la pasta trofie con la frescura del pesto. Cocina la pasta al dente y mézclala con una abundante cantidad de salsa. Para enriquecer el plato, agrega papas y habichuelas cocidas.
- Sándwich de pavo y pesto: si eres un amante de los sándwiches, este lo recordarás con cariño por mucho tiempo. Con dos panes artesanales tostados, una salsa de mantequilla y ajo, un par de lonjas de pavo y la salsa pesto tendrás un plato delicioso. Puedes acompañar con papas a la francesa o tu fritura favorita.
Salsa Alfredo
La Salsa Alfredo, nacida en Roma, es la personificación de la elegancia en la simplicidad. Su crema, mantequilla y queso parmesano se combinan para crear un sabor suave que ha conquistado los corazones de muchos en el mundo.
Úsala como base para pizzas gourmet, como aderezo para vegetales asados o incluso para enriquecer platos de pollo y mariscos.
Dos platos deliciosos con salsa Alfredo
- Fettuccine Alfredo con pollo: una delicia cremosa que combina la lujosa salsa Alfredo con fettuccine y trozos de pollo tierno. Cocina la pasta al dente y sírvela con una generosa porción de salsa Alfredo hecha con mantequilla, crema y queso parmesano. Este plato es muy práctico y fácil de preparar, perfecto para un almuerzo o una cena rápida.
- Gamberetti Alfredo: es una opción sofisticada que agrega camarones a la cremosa salsa Alfredo. Cocina los camarones en una sartén con ajo y mantequilla hasta que estén rosados y luego mézclalos con la salsa Alfredo y pasta cocida. La combinación de sabores ricos y mariscos jugosos captura la esencia de la cocina de Italia con un toque de sabor a mar.
Salsa marinara
La salsa marinara es una expresión de la esencia de la cocina italiana en su forma más pura: el uso de tomates maduros, ajo y hierbas frescas. La salsa marinara es un ingrediente versátil que se puede utilizar en pizzas caseras, como base para guisos y, sorprendentemente, como salsa para sumergir bocadillos.
La frescura de sus ingredientes es clave para preservar la autenticidad de este clásico, que ha dejado una marca indeleble en las cocinas de todo el mundo.
Dos platos deliciosos con salsa marinara
- Pizza Margarita: extiende una fina capa de salsa marinara sobre la masa y agrega mozzarella fresca y hojas de albahaca. Hornea hasta que la masa esté crujiente y el queso burbujee. Este plato demuestra cómo unos pocos ingredientes de calidad pueden crear una receta inolvidable.
- Pollo parmesano con salsa marinara: pechugas de pollo empanizadas, cubiertas con salsa marinara y queso derretido, ¿qué más se puede pedir? Cocina las pechugas hasta que estén doradas y crujientes, luego cúbrelas con salsa marinara y queso parmesano. Sirve sobre pasta o con una ensalada fresca.
Recetas con pasta
CONSEJOS PARA PREPARAR UNA SALSA PERFECTA
- Paciencia en la cocción: permitir que los sabores se fusionen lentamente a fuego lento es esencial para desarrollar una profundidad de sabor. Al invertir tiempo en el proceso de cocción, los ingredientes se entrelazan de manera armoniosa, creando una experiencia culinaria que va más allá de lo ordinario. Los tratamientos térmicos como los métodos de cocción no solo nos permiten obtener la profundidad y el sabor que buscamos en las salsas, sino que también nos ayudan a desactivar bacterias y microorganismos que podrían estar presentes y causarnos malestares.
- Espesar o reducir: el control de la textura de una salsa es crucial para su éxito culinario. Si buscas espesar una salsa, opta por técnicas como la reducción. Cocina la salsa a fuego lento y deja que el líquido se evapore gradualmente, concentrando los sabores y creando una consistencia más densa. Para evitar cambios bruscos en la textura, añade ingredientes como puré de tomate, tomate concentrado o incluso pan rallado, que absorberán el exceso de líquido y proporcionarán cuerpo a la salsa sin comprometer el sabor. Aquí te enseñamos el paso a paso de cómo lograrlo.
- Ingredientes frescos: optar por tomates recién cosechados, hierbas aromáticas cultivadas en casa y aceite de oliva prensado en frío no solo mejora el sabor de la salsa, sino que también rinde homenaje a la filosofía culinaria italiana de apreciar lo simple y lo auténtico. Explora mercados locales para obtener ingredientes frescos y descubre cómo cada tomate y hierba aporta su carácter único a tu creación.
Cómo conservar una salsa de una manera óptima
- Almacenamiento adecuado: es esencial para preservar la frescura y el sabor de las salsas italianas. Utiliza recipientes herméticos para evitar la contaminación de olores externos y asegúrate de que estén completamente enfriadas antes de refrigerarlas. Además, guarda las salsas en la parte posterior del refrigerador, donde la temperatura es más constante, para mantener la calidad de los ingredientes.
- Congelación: la congelación es una técnica eficaz para extender la vida útil de tus salsas italianas sin sacrificar su calidad. Divide las salsas en porciones individuales para facilitar la descongelación y minimizar el desperdicio. Las bolsas herméticas son ideales para conservar la textura y el sabor originales. La congelación nos ayuda a que las salsas extiendan su vida útil, sin perder su calidad y sus propiedades nutricionales, y evitando el crecimiento de microorganismos.
En resumen, las salsas italianas no solo son parte integral de la cocina italiana, sino que también han conquistado paladares en todo el mundo. Con sabores ricos, ingredientes frescos y técnicas culinarias arraigadas en la tradición, estas salsas son el epítome del encanto culinario italiano.
Sigue estos consejos para preparar y conservar estas delicias, y transporta a tus comensales a un viaje gastronómico a través de la auténtica Italia. ¡Buon Appetito!
Fuentes: